El uso de sustancias en jóvenes puede tener una serie de consecuencias físicas, psicológicas, sociales y académicas. Estas consecuencias varían dependiendo del tipo de sustancia, la frecuencia de consumo y la etapa del desarrollo en la que se encuentre el joven. Aquí te detallo algunas de las principales consecuencias: 

Consecuencias físicas: Alteraciones en el cerebro, afectando áreas relacionadas con la memoria, el control de impulsos, la toma de decisiones y el comportamiento. 

Problemas de salud a largo plazo: El consumo de sustancias como el tabaco, el alcohol, la marihuana y las drogas ilícitas puede provocar enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares, daño hepático, enfermedades pulmonares, trastornos respiratorios y daños neurológicos 

Trastornos del sueño y el apetito, trastorno mentales y problemas de salud mental, alteración del estado de ánimo y perdida de loa motivación, aislamiento problemas familiares, problemas legales bajo rendimiento escolar pérdidas de empleos e incluso caer a prisión o la muerte. 

Riesgos para la salud sexual: El consumo de drogas y alcohol está vinculado a un mayor riesgo de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados.